Todo lo que tienes que saber acerca del transporte de gas por vía marítima

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El transporte de cualquier tipo de mercancía peligrosa se encuentra exhaustivamente regulado a nivel internacional debido a los peligrosos efectos que pueden llegar a producir, así como por sus consecuencias, tanto a nivel humano como ambiental. Concretamente en el transporte de mercancías peligrosas por vía marítima existe un organismo encargado de regular los posibles peligros: se trata de la Organización Marítima Internacional (IMO), el organismo encargado de elaborar el Código IMDG (International Maritime Dangerous Goods Code o Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas) que recopila todas las disposiciones que regulan el transporte de mercancías peligrosas por vía marítima, y que el Comité de Seguridad Marítima Internacional se encarga de actualizar periódicamente.

En este sentido, la última actualización se adoptó mediante la Resolución MSC.477 (102), adoptada en Londres el 11 de noviembre de 2020 y publicada en el Boletín Oficial del Estado núm. 150 de fecha 24 de junio de 2022, la cual, entre otros acuerdos en su capítulo 2.2 define los gases, estableciendo que se entiende por gas toda sustancia que a 50 °C tiene una presión de vapor superior a 300 kPa, o que es totalmente gaseosa a 20 °C, a una presión estándar de 101,3 kPa.

Además, este Código estable, en lo que respecta a las condiciones de transporte, que los gases se clasifican, en función de su estado físico, del modo siguiente:

– Gas comprimido: todo gas que, en la forma en que está envasado a presión para su transporte, es completamente gaseoso a -50 °C; en esta categoría se incluyen todos los gases con una temperatura crítica inferior o igual a -50 °C.

– Gas licuado: todo gas que, en la forma en que está envasado a presión para su transporte, es parcialmente líquido a temperaturas superiores a -50 °C. Se hace una distinción entre: – gas licuado a alta presión: un gas con una temperatura crítica situada entre -50 °C y +65 °C, y – gas licuado a baja presión: un gas con una temperatura crítica superior a +65 °C.

– Gas licuado refrigerado: todo gas que, en la forma en que está envasado para su transporte, es parcialmente líquido a causa de su baja temperatura.

– Gas disuelto: todo gas que, en la forma en que está envasado a presión para su transporte, se haya disuelto en un disolvente en fase líquida.

– Gas adsorbido: todo gas que, envasado para su transporte, se encuentra adsorbido en un material poroso sólido, con una presión interna del recipiente inferior a 101,3 kPa a 20 °C, e inferior a 300 kPa a 50 °C.

El artículo 2.2.2, subdivide a su vez los gases en función del peligro que entrañe su transporte marítimo en:

– Gases inflamables. Son aquellos que, a 20 °C y a una presión estándar de 101,3 kPa, son inflamables en mezcla de proporción igual o inferior al 13 %, en volumen, con el aire, o que tienen una gama de inflamabilidad con el aire de al menos 12 %, independientemente del límite inferior de inflamabilidad. La inflamabilidad se deberá determinar por vía de ensayo o de cálculo, de conformidad con los métodos adoptados por la Organización Internacional de Normalización (ISO) (véase la norma ISO 10156:2017). Cuando no se disponga de datos suficientes para aplicar dichos métodos, podrá emplearse un método de ensayo equiparable reconocido por alguna autoridad nacional competente.

– Gases no inflamables y no tóxicos. Son aquellos gases que son asfixiantes (gases que diluyen o sustituyen el oxígeno del aire), son comburentes (gases que, generalmente liberando oxígeno, pueden provocar o facilitar la combustión de otras sustancias en mayor medida que el aire) o los que no pueden adscribirse a ninguna de las demás clases.

– Gases tóxicos. Son aquellos gases que se sabe que son tóxicos o corrosivos para el hombre, hasta el punto de que entrañan un peligro para la salud, o que se supone que son tóxicos o corrosivos para el hombre porque presentan una toxicidad aguda.

¿Qué transportes no están permitidos?

No se aceptarán para el transporte los gases químicamente inestables a menos que se hayan tomado las precauciones necesarias para evitar la posibilidad de una descomposición o polimerización peligrosa. A tal fin, se pondrá especial cuidado en asegurarse de que los recipientes y cisternas no contengan ninguna sustancia que pueda promover esas reacciones, tal y como nos indican los especialistas en la materia de Star-cargo, quienes trabajan codo con codo con esta problemática en su día a día.

En este sentido, en agosto del 2022 se botó en el astillero chino Hudong Zhonghua, el Tessa, un nuevo portacontenedores que pasa a ocupar el primer puesto en el ranking de portacontenedores más grande del mundo, con una capacidad de traslado 24.116 contenedores.

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