El aluminio se puede reciclar infinitas veces, por lo que un 70% del aluminio que se ha fabricado en sus 125 años, sigue actualmente en uso.
Este material lo encontramos en automóviles, transmisiones, telecomunicaciones, ventanas, trenes de alta velocidad, aparatos electrónicos, aviones, electrodomésticos…
Muchas personas optan por las ventanas de aluminio porque ahorran más energía y duran mucho. Otra de las ventajas es que son más ecológicas, ya que el aluminio es un material 100% reciclable.
Además, es un material muy resistente al sol y al viento, por lo que no sufre alteraciones, deformaciones, degradaciones de color, etc.
Son seguras porque no emiten humos ni gases tóxicos en caso de incendio. El aluminio no arde, su punto de fusión es de 660º C.
«Las ventanas de aluminio son apreciadas por su perfil delgado y apariencia elegante, siendo ideales para viviendas modernas. Ofrecen una amplia gama de colores y acabados, lo que les permite adaptarse a diversos estilos arquitectónicos», informa el
Periódico de Ibiza y Formentera.
Es un material muy resistente a los cambios de temperatura, pero con la acumulación de suciedades, también puede llegar a oxidarse.
Si el aluminio tiene una mancha debes quitarla y no dejarla secar.
Para limpiar la ventana puedes usar un trapo suave con agua caliente y detergente o jabón neutro, después aclara con papel absorbente o un paño limpio.
En un estudio se comprobó que las ventanas de aluminio con RPT (Rotura de Puente Térmico) aíslan más. Es cierto que consiguen un aislamiento acústico prácticamente igual a las ventanas de otros materiales, pero el aluminio es más resistente.
El PVC también ofrece el mejor aislamiento térmico y acústico. Con las ventanas de PVC puedes reducir el consumo energético. Las ventanas de PVC son un 30% más baratas que las de aluminio y un 25% más aislantes.
Esto se debe a la presencia de al menos 5 cámaras de aislamiento integradas en las hojas y los marcos. Es un material ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Requiere poca energía, es decir, 2,5 veces menos que el aluminio.
Los perfiles se limpian con jabón y un paño húmedo. Aunque también puedes utilizar productos específicos para PVC.
También mejora la seguridad, porque los cerramientos incorporan un refuerzo interior de acero galvanizado, por lo que son muy resistentes a los golpes.
El acero galvanizado es un acero que está recubierto de zinc y las empresas de construcción apuestan por este material porque se consiguen estructuras sólidas.
El físico italiano Luigi Galvani descubrió que se logra recubriendo el acero con zinc fundido. El acero galvanizado ofrecen un gran aislamiento térmico y acústico. Es un material que aguanta muchos años sin oxidarse ni corroerse.
La Asociación Técnica Española de Galvanización (AETG), expertos en acero galvanizado desde 1965, explican que “un recubrimiento galvanizado de 80 micras de espesor puede durar hasta 100 años en ambiente rural, 40-100 años en ambiente urbano, 20-40 años en ambiente industrial y 10-20 años en entorno marino».
Este material es muy económico, ya que solo cuesta pintar el material. Es resistente a la corrosión gracias a la capa de zinc, ya que actúa como una barrera protectora que protege el acero de la exposición a la humedad y la oxidación.
El acero y el zinc son materiales reciclables y se pueden reutilizar varias veces. Es muy resistente a temperaturas altas, pero es aconsejable no exponerlo a temperaturas de más de 200°C.
Puede ser pintado, soldado, atornillado, etc. El acero galvanizado se puede mezclar con otros materiales. Los expertos explican que uno de los materiales más compatibles con el acero galvanizado es el aluminio.
Se puede encontrar en las tuberías, soporte de vigas, techos, perfiles, señales de conducción, barreras de seguridad, escaleras exteriores, etc. También se utiliza mucho en los electrodomésticos o en industrias como la del automóvil.
Para limpiar este material puedes mezclar una cucharada de detergente de ropa en un cubo de agua. No debes utilizar un limpiador con un pH de más de 12 o 13, porque podría disolver el zinc en el acero galvanizado.
También puedes usar soluciones limpiadoras que comúnmente se utilizan para la limpieza de los autos o camiones, ya que la mayoría de los coches utilizan el acero galvanizado para evitar la oxidación.
La revista AD informa que «en definitiva, las ventanas de PVC ganan a las ventanas de aluminio en cuestiones de aislamiento, eficiencia y precio. Por su parte, el aluminio se presta a mejores aportes estéticos. En cualquier caso, ambas opciones son igual de competitivas y sus resultados solo pueden medirse en función de tus necesidades y preferencias».
¡Apuesta por las ventanas con acero galvanizado!