¿Es posible revocar una donación realizada por parte de una empresa?

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España es un país solidario, lo ha demostrado en incontables ocasiones. Durante la pandemia, pudimos ver cómo miles de personas se afanaban en la producción de mascarillas para los más necesitados. También vimos cómo numerosas empresas donaban alimentos y dinero a los hospitales. En la Dana, asistimos a cómo miles y miles de personas acudieron en ayuda de la gente que lo había perdido todo en los pueblos que rodean a la ciudad de Valencia. Y nuestro país también se está encargando de acoger a personas que vienen desde Ucrania escapando de los horrores de una guerra que les ponía en peligro a ellas, a sus familias y a sus casas.

En lo que respecta a la Dana, que es algo que nos ha tocado a todos muy de cerca y que de alguna manera seguimos teniendo reciente, hay que decir que las empresas se volcaron con sus víctimas y multiplicaron las donaciones, con independencia de que se ubicaran en el terreno afectado o no. Así lo relata una noticia que publicó el diario La Razón y que, desde luego, dejaba claro que, en épocas en las que vienen mal dadas, se sigue ofreciendo ayuda a las personas que lo necesitan en el interior de nuestras fronteras. Y ojo: estas donaciones no fueron solamente económicas, sino también en especie, en productos para ayudar a recoger los escombros y el fango de una manera eficaz. Como no podía ser de otra manera, también se donó comida.

Pero a España no le hace falta que haya una desgracia para ser un país que demuestra tener corazón día a día. La verdad es que hay un montón de empresas y de personas que suelen colaborar mensualmente con causas sociales. Durante muchas décadas hemos sido un país en el que ha existido un riesgo de pobreza muy alto y, aunque las cosas ahora estén mejor, la gente no se olvida de los que más lo necesitan. Eso dice mucho de nosotros (y mucho bueno). Esperamos que nunca cambie esta realidad porque es algo que debe hacer que nuestro pecho se hinche de orgullo. No es para menos.

El tema de las donaciones es bastante peculiar en muchas ocasiones. A partir de ahora, vamos a centrarnos en aquellas que no se realizan específicamente para conseguir neutralizar los efectos de una desgracia. Se trata de donaciones que se pueden realizar por muchas razones… y que incluso pueden ser revocadas por parte de la persona o la entidad que las haya realizado. En los párrafos que siguen, y de la mano de los profesionales del Despacho Calero, experto abogado en la ley de la segunda oportunidad en Murcia y especialistas en ramas del Derecho como el mercantil, el civil o el tributario, entre otros, vamos a analizar cuáles son los supuestos en los que sí se permite revocar una donación que ya se ha efectuado.

No se han cumplido las condiciones que se estipularon a la hora de realizar la donación

Es un asunto que está contemplado en el artículo 647 del Código Civil. Si existen condiciones asociadas a una donación (esta no tiene por qué ser altruista), se deben cumplir a rajatabla. De hecho, muchas de esas donaciones van acompañadas de un contrato, como si se estuvieran prestando a cambio de un producto o de un servicio. Por supuesto, todo lo que tenga que ver con esta relación contractual puede ser analizado por el tribunal competente. En este tipo de situaciones se ven muchas entidades que tienen que recurrir a la justicia para intentar recuperar una donación que han realizado y que se ha emitido a una entidad que no ha cumplido con lo firmado y pactado.

El destinatario de la donación ha cometido actos violentos contra ti

Como es lógico, si alguien a quien le habéis donado dinero y que después atente contra vosotros, tenéis todo el derecho del mundo a reclamar la devolución del importe que se ha donado. Es una causa de ingratitud. Eso sí: tienes un año de plazo desde que se produce ese acto para reclamarlo. Lógicamente, si ese acto violento es un delito, nos encontramos en la misma situación. Puede parecer increíble que haya alguien a quien se le haya donado dinero y que después haya intentado hacer algo perjudicial en contra de la entidad que le ha donado ese dinero, pero os podemos asegurar que esta situación es tan real como la vida misma.

Necesidad económica extrema

Es una situación rara pero que se puede dar. Imaginemos que una entidad dona un dinero a otra y que, unos días después, pierde tanto dinero que se queda al borde de la ruina. En ese caso, sí que puede solicitar la revocación de la donación. También se ha producido alguna que otra situación como esta en España. Uno de los casos en los que se produjo fue el inicio del confinamiento por coronavirus del mes de marzo de 2020. ¿Quién iba a pensar que, de un día para otro, iba a haber empresas que se iban a ver obligadas a cerrar sus puertas? Si habían donado un dinero y en ese preciso instante lo necesitaban para salir adelante y cubrir sus necesidades más básicas, era lógico que lo pudieran recuperar.

Maltrato psicológico

Aunque está más pensado para situaciones familiares (que, por ejemplo, unos padres donen una determinada cantidad a sus hijos y que luego estos respondan con insultos y demás acciones de susciten un maltrato psicológico), también puede haber situaciones en las que las empresas puedan valerse de esta cuestión. Si una empresa le dona una cantidad determinada a una asociación y un miembro de la misma acosa a una persona de la empresa por cualquier motivo, no nos sorprendería para nada que un juez permitiera que se revocara una donación. Es lo que resulta justo a tenor de los acontecimientos de los que estamos hablando, ¿no os parece?

Como podéis ver, hay un montón de supuestos ante los que se puede recurrir para intentar revocar una donación. La entidad o la persona que dona no está desprotegida ante la ley en caso de que sufra un agravio por parte de la entidad o persona que recibe su dinero. Por suerte, hay gente que se encuentra especializada en este tipo de casos, que como ya hemos dicho, son más habituales de lo que nos gustaría reconocer. La vida muchas veces no es como debería y da pena saber que hay gente que, habiendo recibido una ayuda por parte de otra, muerde su mano. Una lástima, pero así es la vida.

Las donaciones son mucho más comunes de lo que pensamos

Hay un ejemplo muy claro que demuestra que lo que estamos diciendo es correcto: la Iglesia. De acuerdo con una noticia publicada en la página web de eldiario.es, la Iglesia recauda 335 millones de euros cada año en donativos que no tienen control fiscal, lo que equivale al 36% de su financiación. Como veis, es una cantidad de dinero muy grande y que proviene de un montón de empresas, donaciones particulares… Y no solo estamos hablando de lo que se suele recoger en el cepillo durante una misa de domingo, sino que estamos refiriéndonos a algo más, donaciones mucho más importantes y cuantiosas.

Lógicamente, quienes tienen que cuidar un poco más de esto son las asociaciones que se valen de las donaciones para sobrevivir. Esas organizaciones que ofrecen ayuda humanitaria, que tratan de velar por todo aquello que necesiten los más desfavorecidos… necesitan controlar todo lo que tenga que ver con las donaciones, que todo se ajuste a Derecho, tener cuidado para que no pueda haber revocaciones de ningún tipo… Del éxito que se tenga en esta misión va a depender la suerte que corra la organización durante los siguientes años. Por tanto, se tienen que tomar todo esto muy en serio.

Es obvio que si alguien quiere recoger donaciones para una organización, lo primero en lo que debe trabajar es en ganarse la confianza de la gente. Decíamos más arriba que España es un país muy solidario, en el que no hace falta mucho para que la gente se vuelque con una causa social. Pero, a pesar de eso, se debe tener un mínimo de confianza por parte de la gente en una organización o persona para que cualquiera de ellas pueda obtener esas donaciones de las que estamos hablando. En caso de que no exista esa confianza, no hay donación posible.

No deberían existir motivos para revocar una donación, pero lo cierto es que existen y son más habituales de lo que creemos, principalmente por un asunto como del que os acabamos de hablar: la confianza. Deben existir medios legales para poder hacer esas revocaciones posibles. Y es que, quien dona, también tiene derechos que merecen ser tenidos en cuenta y que hay que proteger. Esperamos que siga siendo así por muchos cambios que se vayan produciendo en el ordenamiento jurídico de nuestro país. Si se quiere seguir fomentando la solidaridad, tenemos que hacer posible que, quien la ejerza, al menos obtenga el respeto que merece.

 

 

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