Realizar una reforma integral de una vivienda para adaptarla a las necesidades de personas con movilidad reducida es un proceso que exige conocimiento de las normativas vigentes. Esta reforma puede mejorar la calidad de vida de sus habitantes, ya que pueden disfrutar de un espacio funcional, accesible y cómodo. Antes de iniciar cualquier reforma, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de la vivienda para identificar barreras arquitectónicas.
Se recomienda eliminar las escaleras, escalones y pasillos estrechos. El arquitecto técnico puede realizar un análisis de las necesidades específicas de la persona con movilidad reducida y definir qué zonas de la vivienda requieren más atención, como el baño, la cocina o el dormitorio. Las reformas destinadas a mejorar la accesibilidad deben cumplir con la normativa vigente, como el Código Técnico de la Edificación (CTE) en España.
En la vivienda no pueden faltar espacios amplios, ya que los pasillos y puertas deben tener un ancho mínimo de 80 cm para permitir el paso de sillas de ruedas. La tecnología puede mejorar la accesibilidad en una vivienda, ya que los sensores de movimiento automatizan la iluminación y otras funciones básicas sin necesidad de utilizar las manos.
Es importante instalar rampas, sillas salvaescaleras o plataformas elevadoras. Las sillas salvaescaleras son cómodas y disponen de un conjunto de sensores que detienen el dispositivo si se produce una avería. Las plataformas salvaescaleras permiten subir o bajar personas con sus sillas de ruedas, y funcionan con baterías auto-recargables.
Estas instalaciones pueden mejorar la calidad de vida de las personas con movilidad reducida, porque eliminan las barreras arquitectónicas. Lo mejor es diseñar una vivienda que no solo sea accesible para la persona con movilidad reducida, sino también funcional para otros miembros del hogar. Desde Idealista explican que «no obstante, no solo se trata de evitar golpes y caídas: un entorno accesible y fácil de manejar resulta imprescindible para proteger la autoestima e independencia de quienes residen en un inmueble».
Este importante contar con el asesoramiento de expertos en accesibilidad porque durante la obra, se encargan de supervisar que se cumplan los estándares de calidad y las especificaciones del diseño. El arquitecto técnico crea espacios funcionales que pueden ser utilizados por cualquier persona con movilidad reducida. Este experto tiene experiencia y conocimiento técnico en reformas integrales, y puede cumplir con las normativas y permisos necesarios para llevar a cabo la obra.
También define el proyecto, para saber lo que puede cambiar de la distribución, el lugar adecuado de la instalación de la plataforma, lo que se debe cambiar para mejorar la accesibilidad, etc. Incluso, ofrece un asesoramiento personalizado y nos aconseja sobre las mejores soluciones de accesibilidad y estéticas para la vivienda.
Recomendaciones para mejorar la accesibilidad
Los expertos del estudio Fernando Antón, expertos en arquitectura técnica y en proyectos de reformas integrales, nos informan que para mejorar la accesibilidad en el hogar se deben realizar las siguientes adaptaciones en las principales áreas de la vivienda:
–Entrada principal: la entrada debe tener una rampa de acceso con una pendiente máxima del 10% y una superficie antideslizante. Las puertas deben ser fáciles de abrir, preferiblemente con sistemas automáticos o manillas accesibles.
–Salón y áreas comunes: es importante optar por sofás y sillas con altura adecuada, y muebles con esquinas redondeadas para evitar lesiones. Los interruptores y enchufes deben estar situados entre 90 cm y 120 cm del suelo.
–Cocina: las superficies de trabajo deben ser regulables en altura para permitir su uso desde una silla de ruedas. Es importante usar hornos y microondas con apertura lateral y fregaderos sin muebles inferiores.
–Baño: las duchas deben ser amplias, con suelos antideslizantes y barras de apoyo. Es importante instalar un inodoro elevado con barras de apoyo a los lados, para facilitar las transferencias desde una silla de ruedas. El lavabo debe estar a una altura que permita el uso cómodo desde una silla de ruedas. Pero si se instalan barras de apoyo, las paredes deben tener la resistencia adecuada para soportar el peso. El cuarto de baño debe tener unas dimensiones mínimas de 165 x 180 cm. Podemos sustituir la bañera por un plato de ducha con suelo antideslizante y colocar puertas anchas.
–Dormitorio: los armarios pueden tener cajones de fácil acceso y barras ajustables en altura. Es fundamental instalar una cama ajustable para facilitar las transferencias e incluir interruptores de la luz en la entrada y junto a la cama. Para evitar caídas es muy importante evitar el exceso de mobiliario porque dificulta la movilidad.
¡Ya sabemos que es importante eliminar las barreras arquitectónicas en el hogar para mejorar la autonomía y calidad de vida de sus habitantes!
