Los tiempos cambian y las tendencias son las que son en cada momento de la Historia… pero podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que hay productos que son deseados por un montón de gente en cada momento, sin importar cuál sea el contexto social que rodee a la población. Uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar para ello es el de las joyas. Sin duda, estos son productos que siempre han tenido la capacidad de llamar la atención con independencia de si la gente las compraba más o menos.
Hablamos de productos que, sin lugar a dudas, han tenido un lugar destacado a lo largo de la Historia. Pero también estamos hablando de un modelo de objetos que ha sabido abrirse a nuevos públicos. Así las cosas, mientras que las joyas parecían hace un siglo un producto destinado a gente pudiente solamente, ahora no nos sorprendería saber que casi cada persona de la clase media dispone de alguna. Eso es lo que le ha dado vida al sector y lo que ha permitido salvar los miles de puestos de trabajo que están directamente ligados a una actividad económica como de la que estamos hablando.
Tan cierto es lo que os hemos comentado en el párrafo anterior que se han hecho eco de ello diferentes medios de comunicación. Uno de ellos ha sido el diario 20 Minutos, que indicaba en una noticia de 2021 que el 90% de los españoles tenían joyas, a pesar de que solo el 37% conocen cuál es el valor real de esas joyas. Las joyas ahora constituyen algo más universal y que, desde luego, ha acercado al negocio a un montón de clientes y clientas. No es de extrañar que todo el mundo tenga mucho más contacto con esas joyas que antes.
No es de extrañar, por tanto, que los registros de ventas de joyas estén teniendo unos buenos últimos años. El diario Heraldo informó de que, en 2016, la facturación del sector había crecido por primera vez desde 2016, dejando tras de sí, por fin, la crisis económica que venía azotando al sector y a la economía española en general. Desde entonces hasta el coronavirus, las sensaciones fueron muy buenas y después de la pandemia las cosas están funcionando bien, recuperando el sector una vitalidad que quedó en entredicho en los años 2020 y 2021.
Uno de los grupos de productos que las personas continúan conservando con más amor e interés es el de las joyas. Pero eso no quita que se sigan comprando joyas en los tiempos que corren. Así nos lo han contado desde la Joyería Lorena, cuyos profesionales aseguran que ya en 2022 se notó una mejora después de los momentos de zozobra ocasionados durante la pandemia, en los cuales muy poquita gente se atrevía a comprar algo relacionado con las joyas. De cara a este 2023, la mejoría en el volumen de joyas vendidas también está siendo real, sobre todo se venden estos anillos de compromiso de oro blanco y diamante que son tendencia, y ese es el mejor indicador para demostrar que el sector goza de muy buena salud.
Los jóvenes se han animado a compras joyas
Uno de los públicos que se ha animado a comprar joyas en los últimos años han sido los jóvenes. Durante los primeros años de este siglo, la gente joven no estaba demasiado interesada en objetos como estos, pero las cosas han cambiado y sí que es cierto que ahora la gente joven constituye uno de los públicos más interesantes en relación a este sector. El trabajo que han hecho las joyerías en relación a acercarse a más gente a través de diferentes estrategias ligadas al marketing digital.
En lo que respecta a la diferencia entre hombres y mujeres, es inexistente a día de hoy en el grupo de edad al que estamos haciendo referencia. Joyas hay para todos los gustos y para todos los públicos, así que, aunque tradicionalmente se haya llegado a pensar que las joyas son más propias de las mujeres que de los hombres, esa ya no es una diferencia que exista en la actualidad ni mucho menos. Los y las jóvenes han derribado algunos de los mitos que existían hace años y no era algo fácil de conseguir.
Estamos seguros de que la tendencia se va a acentuar de cara a los próximos años. Los y las jóvenes han descubierto que las joyas también son algo suyo y también se quieren beneficiar de todas las ventajas que llevan asociadas, unas ventajas que se maximizan cuando hablamos de la imagen de cada cual. Teniendo en cuenta que la importancia de la imagen es más grande que nunca a causa del boom de las redes sociales, queda claro que muy poca gente joven va a escatimar a la hora de conseguir mejorar esa imagen.