Los drones son un invento tecnológico que definitivamente cambiará nuestras vidas en el futuro. Érase una vez la gente soñaba con coches voladores. Aunque los drones (todavía) no transportarán a una familia de cuatro personas, sí, por ejemplo, entregarán una comida, un libro o un pedido online. ¿Es realmente la música del futuro lejano o este lujo nos espera dentro de unos años?
Tanto la producción como las ventas de drones van en aumento
Ya en la última década se introdujo en Estados Unidos una norma según la cual los propietarios de drones de más de 250 gramos debían registrar su nuevo dispositivo. En 2013, sólo en Estados Unidos se registraba una fracción del número actual. En aquella época, los estadounidenses gastaron 44 millones de dólares en drones. Cuatro años después, en 2017, era de casi 1.300 millones de dólares.
El hecho de que cada año se venden más drones también lo confirman expertos de Sonopix. Estas máquinas están experimentando el mayor auge en Asia (donde, sin embargo, vive la mayoría de la gente), seguida de América del Norte y Europa. En 2020, se estimó que en los próximos cinco años las ventas de drones aumentarían en un 100 por ciento. Y el mundo realmente se está acercando a estas cifras.
La mayoría de la gente compra drones más pequeños para su propio uso. Sin embargo, las grandes empresas también compran dispositivos de tamaño mediano que pueden transportar no sólo una cámara, sino también un paquete de hasta cinco kilogramos, por ejemplo. Según un estudio, más de la mitad de los encuestados confiaría en la entrega por Internet mediante drones, la mayoría en Amazon, el Servicio Postal de EE. UU., Google y Walmart. Por otro lado, el 39 por ciento de los encuestados todavía no confiaría en los drones.
Uso en la vida cotidiana y profesional
¿Para qué se utilizan más los drones hoy en día? La fotografía de paisajes seguirá dominando, pero dentro de dos o tres años, la mayoría de los drones deberían servir a la agricultura. La tendencia cambiará en los próximos años y la mayoría de los drones vendidos no serán responsabilidad de las personas (es decir, de uso comercial), sino de los empresarios o del propio Estado.
Una parte relativamente grande de las actividades hoy en día la ocupa la vigilancia del entorno, que sirve, por ejemplo, a los trabajadores forestales para escanear el territorio o a los bomberos en caso de incendios. Más de una décima parte de los drones vendidos son (y seguirán siendo en los próximos años) para mapear el entorno. Salvar vidas humanas e investigar terrenos de difícil acceso también están empezando a pasar a primer plano.
5G y su impacto en los drones
Junto con el uso cada vez más frecuente de drones, muchos se inclinan por la moderna tecnología 5G. Así como aumenta el número de coches autónomos, también aumentan los drones en el cielo. Y como algunos de ellos ya no están controlados por personas, sino por Internet y la navegación, el 5G ofrece un seguimiento inmediato de su entorno. Esto significa que el dron sabe adónde ir, pero también reconoce otro dron y puede planificar su ruta con antelación para evitarlo.
Una red común es extremadamente importante. La inteligencia artificial puede evaluar decisiones en tiempo real y de esta manera se pueden minimizar las colisiones de drones (incluso en zonas concurridas). Piensa en ello como una multitud de personas caminando en diferentes direcciones. Como piensan y evalúan las circunstancias de antemano, saben esquivar y no chocar entre sí. Así es exactamente como se supone que funcionarán los drones en el futuro.
Nuevo U-space
Recientemente presentaron la novedad mundial del concepto U-space. Se trata de un servicio que conecta una red de drones para poder navegarlos de forma segura. Imagínelo como las reglas de la carretera, a las que todos los automóviles estarían conectados y las propias máquinas sabrían cuándo y a quién ceder el paso, cuándo avanzar, girar, etc.
U-space es un proyecto europeo y debe garantizar que incluso un gran número de drones en el aire sean controlados de forma centralizada. Cada dron planifica la distancia más corta posible antes de la salida, viendo las trayectorias esperadas de otros drones y asegurándose de que no se crucen entre sí. Esto eliminará la posibilidad de colisión.
Para que se pueda crear ese espacio unificado, la legislación europea aún necesita definir algunos principios. España quiere integrar este sistema en su propio espacio aéreo. El objetivo es implementar una aviación automatizada y conectada, protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente.
¿Los drones molestan a los rascacielos o a los aviones?
Por supuesto, los drones son los que hoy suponen el “obstáculo”. Pues imagina que mientras el avión despega del aeropuerto, hay mil personas esperando para pedir la comida. ¿Quién interferirá: un avión con cien personas a bordo o mil drones para mil personas?
Aunque estamos hablando de un futuro lejano, la Unión Europea ya está intentando solucionarlo. Las áreas individuales deben dividirse en zonas, por ejemplo, una parte residencial, una parte industrial, una parte económica, cuerpos de agua y similares. Los drones tendrán una altura de vuelo mínima y máxima permitida a la que podrán moverse. También debería depender de la altitud, es decir, del propio terreno.
También se marcarán las áreas con rascacielos, aviación o espacio militar, y es poco probable que los drones entren en ellas o por encima de cierta altitud. Queda por decidir si una persona en el piso 25 de un rascacielos de 50 pisos tendrá que bajar para recibir su envío, subir o si el dron ajustará su altura y llevará el envío al balcón o terraza. Ésta ya es una cuestión relacionada con la seguridad misma. Al parecer, todo empieza por los puntos de recogida.
Pizza en avión sin piloto
¿Realmente pediremos un menú de comida dentro de unos años y nos lo traerá un dron? No es probable, al menos no en España, pero ya está sucediendo en algunas ciudades chinas, americanas o europeas. No tiene por qué tratarse específicamente de comida o de un pedido en general. El año pasado, este transporte logró incluso mover un pulmón a tiempo y salvar así la vida de una persona.
Mientras hablamos de la necesidad de implementar normas europeas y de vuelos responsables, algunos países ya están terminando proyectos para servicios de taxi con drones o transporte de mercancías. Las posibilidades de los sistemas aéreos no tripulados para su uso en la industria, los servicios y el comercio están en constante expansión, y muchos países están invirtiendo considerables recursos en infraestructuras de drones y conceptos de Movilidad Urbana Inteligente. Así que es sólo cuestión de tiempo que pasen a formar parte de la vida cotidiana dentro de las actividades y servicios que pueden ofrecer.»
Los límites de uso están obstaculizados por la legislación
Incluso el propio espacio U se topa con algo muy importante: las leyes. Hasta que se resuelvan a nivel europeo, los propios países no pueden hacer nada. En un futuro próximo, la Unión Europea debería introducir nuevas normas para los objetos no tripulados, incluidos los drones, e incorporarlas a la legislación aeronáutica ya establecida. Una regulación a nivel europeo requeriría que los estados rediseñaran su espacio aéreo e incorporaran el espacio U.
Los planes actuales prometen la coexistencia de objetos tripulados y no tripulados (aviones y drones) en el espacio aéreo común. Esta conexión aumentará la seguridad sobre nuestras cabezas y, por tanto, en nuestra Tierra como tal. Los vuelos autónomos de aviones más grandes, no sólo de pequeños drones, son un futuro que no podemos evitar. Hoy en día, el piloto automático puede despegar y aterrizar con seguridad.
¿Dónde no pueden volar los drones?
Las zonas en las que los drones no pueden volar actualmente y probablemente no podrán volar en un futuro próximo se pueden dividir en tres categorías:
- Espacio aéreo restringido: Esto incluye, por ejemplo, al mencionado ejército, ningún tráfico comercial puede entrar en este espacio.
- Restricción según el lugar designado: Algunas áreas no son adecuadas para el aterrizaje de drones, pero no solo el terreno en sí es inadecuado, sino también los edificios de un enfoque específico, por ejemplo, locales gubernamentales.
- Restricciones temporales de vuelo: Se trata de lugares sobre los que es posible o imposible volar sólo a una hora determinada, por ejemplo estadios deportivos, conciertos o la aparición del presidente ante la gente.
Por supuesto, estas restricciones pueden variar de un país a otro.
El futuro de los drones
En el futuro, los drones podrían ser muy importantes para la economía misma de los países. Gracias a mecanismos avanzados, funcionarán en muchas áreas y el alcance de su uso será muy variado. Las decisiones a su favor serán el funcionamiento sin tripulación, el transporte rápido y seguro, pero también el peso de las mercancías transportadas.
Es probable que dentro de 5 a 10 años se empezarán a aprovechar plenamente en Europa las nuevas posibilidades de los vehículos no tripulados, como los vuelos autónomos, los vuelos sin contacto visual directo y los drones pasarán a formar parte de la infraestructura de transporte urbano.
Serán rescatistas, jardineros y mensajeros
Incluso en los próximos años, los drones no cambiarán su misión más utilizada actualmente, que es fotografiar y filmar el espacio desde las alturas. Las compañías cinematográficas también han descubierto que su control y operación es mucho más barato y sencillo que los helicópteros. Además, también pueden llegar a lugares donde los objetos voladores grandes no tienen posibilidad de penetrar y pueden flotar incluso en edificios cubiertos.
La agricultura tomará el relevo. Los drones regarán las verduras porque saben cómo verter la cantidad exacta de agua en el lugar exacto. Con el tiempo, también fertilizarán e informarán sobre el cultivo. También se convertirán en rescatistas, especialmente en terrenos inaccesibles. Ya hoy ayudan a cartografiar el entorno después de terremotos, incendios, avalanchas o inundaciones.
Además del servicio de entrega en sí, sobre el que ya hemos escrito mucho aquí, también ayudarán en la industria de la construcción. Su objetivo principal será la inspección del sitio de construcción, el seguimiento de los empleados, la geodesia, la supervisión de seguridad o la creación de bocetos 3D del progreso de la construcción. Dónde los usemos depende sólo de la imaginación humana y de nuestra posterior astucia.