Los envases son una parte fundamental de nuestro día a día, ya que nos permiten almacenar, transportar y proteger una gran variedad de productos. Además, la mayoría de artículos y comida que compramos viene en un envase.
En el mercado existen muchos tipos de envases diferentes, cada uno con sus propias características y usos específicos. Pero en este artículo vamos a descubrir los tipos de envases más comunes.
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Envases de cartón
Los envases de cartón son muy populares por su resistencia y su capacidad para ser impresos con diseños atractivos. Se utilizan principalmente para almacenar alimentos, como cereales, galletas o jugos. Pero también se utilizan en la industria farmacéutica y de la belleza.
Lo mejor de este tipo de envase es que se puede reciclar fácilmente. Tanto que según las cifras de Ecoembes en España se reciclan cerca de 637 mil toneladas de envases de papel y cartón.
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Envases de plástico
Los envases de plástico son uno de los tipos de envases más comunes debido a su bajo coste, versatilidad y durabilidad. Se utilizan para almacenar alimentos, bebidas, productos de limpieza y muchos otros productos. Los envases de plástico se pueden reciclar, pero también pueden ser una fuente importante de contaminación si no se eliminan adecuadamente.
“Uno de los envases de plástico más comunes son las botellas, que se pueden encontrar en diferentes formatos. Y que se pueden fabricar con diversos materiales como HDPE y PP”, explican desde Pérez Linares, empresa especializada en la fabricación de piezas y envases de plástico.
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Envases de vidrio
Los envases de vidrio son una opción popular para almacenar alimentos y bebidas, ya que no contienen productos químicos dañinos y son completamente reciclables. También son duraderos y resistentes a la luz y al calor. Sin embargo, los envases de vidrio son más pesados y pueden romperse fácilmente, lo que puede ser un problema en términos de transporte y almacenamiento.
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Envases metálicos
Los envases metálicos, como las latas de aluminio, son muy populares para almacenar alimentos y bebidas debido a su resistencia y durabilidad. También son 100% reciclables y pueden ser fácilmente convertidos en nuevos productos. Sin embargo, el proceso de producción de envases metálicos puede ser costoso y algo contaminante.
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Envases de papel
Los envases de papel son una alternativa más sostenible que los de plástico. Son biodegradables y pueden ser fácilmente reciclados. Se utilizan principalmente para productos secos, como puede ser el pan, los dulces o algunas frutas. Sin embargo, los envases de papel no son adecuados para almacenar líquidos o productos grasos, ya que se pueden romper fácilmente.
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Envases de aluminio
Los envases de aluminio son una opción popular para almacenar alimentos y bebidas debido a su resistencia y durabilidad. También son 100% reciclables, pueden ser fácilmente convertidos en nuevos productos y permiten almacenar mejor el calor que otros materiales. Sin embargo, el proceso de producción de envases de aluminio puede ser costoso y más contaminante que otros materiales.
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Envases de espuma de poliestireno
Los envases de espuma de poliestireno, también conocidos como corcho blanco, se utilizan principalmente para alimentos y bebidas calientes. Son livianos y muy económicos, pero no son biodegradables y pueden tardar cientos de años en descomponerse. Además, el proceso de producción de estos envases puede ser altamente contaminante. Por lo que no son la mejor opción para el medio ambiente.
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Envases de plástico flexible
Los envases de plástico flexible se utilizan comúnmente para alimentos y bebidas envasados, como bolsas de patatas, cereales, frutos secos o envases de yogurt. Son livianos y fáciles de transportar, y también son reciclables. Sin embargo, el proceso de producción de envases de plástico flexible puede ser más costoso que el de otros materiales.
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Envases de madera
Los envases de madera se utilizan principalmente para productos agrícolas, como frutas, hortalizas y verduras. Son biodegradables y sostenibles, ya que la madera es un recurso renovable. Sin embargo, los envases de madera son más pesados y menos resistentes que otros tipos de envases, lo que puede dificultar su transporte y almacenamiento.
En conclusión, existen muchos tipos de envases diferentes, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Al elegir un tipo de envase, es importante considerar el tipo de producto que se va a almacenar, así como el presupuesto o las preocupaciones ambientales y de sostenibilidad. Además, los consumidores pueden contribuir a reducir el impacto ambiental de los envases al elegir opciones reciclables y biodegradables. Y sobre todo al reciclar y desechar adecuadamente los envases utilizados.
