¿Por qué el mármol es adecuado para la cocina?

shutterstock_2331633201(FILEminimizer)

El mármol es un material natural, que engloba a un gran grupo de rocas metamórficas formadas a partir de piedras calizas. En la actualidad encontrarás muchos tipos de mármoles: blancos, negros, grises, beiges, rojos, marrones, etc.

El mármol se puede emplear en revestimientos de suelos y también para las encimeras y los salpicaderos de la cocina. Es una superficie no porosa bastante resistente a las manchas.

Los mármoles blancos son los más demandados para cocinas. Puedes elegir, desde el blanco más puro hasta otros veteados en gris o negro.

La revista micasa explica que «el color blanco es un acierto, básicamente por la nobleza de su apariencia y por transmitir sensación de pureza. Ayuda a que se genere más luminosidad en el interior y combina muy bien con tonos oscuros, neutros u otros colores más llamativos. Además, queda bien si pensamos en modernizar la cocina y sustituir, así, otros materiales más anticuados».

Aunque si no te apetece escoger el color blanco apuesta por el tono crema, ya que transmite calidez y luminosidad. Aunque si quieres arriesgar en la decoración de tu cocina, opta por los mármoles de color crema que tienen las vetas marrones.

Te encantará desayunar en una encimera de color gris, pero puedes elegir entre una amplia variedad de mármoles grises, desde los más claros a las más oscuros. También puedes optar por un mármol negro con vetas blancas. ¡Aporta sofisticación y glamour!

Muchas personas prefieren decorar con los mármoles rojos y rosas. Aporta calidez a los espacios y combinan a la perfección con cualquier estilo. Además, de la amplia gama de colores también puedes elegir el acabado. ¡Sigue leyendo!

Pulido: El mármol pulido aporta mucha luz y brillo. La superficie se somete a un proceso de abrasión que hace que aparezca lisa y brillante.

Apomazado: Tiene una apariencia mate y una textura lisa.

Envejecido: La textura es rugosa y desgastada.

Escoge para tu cocina una encimera de mármol, porque soporta las altas temperaturas y resiste las manchas. Otra de las ventajas es que el color permanece inalterables por mucho tiempo, pero es aconsejable aplicar un tratamiento que selle la superficie para hacerla impermeable.

Si manchas el mármol con sustancias ácidas como el zumo de limón o el vinagre, límpialo cuanto antes. A continuación, te explicamos cómo limpiar este material, ¡sigue leyendo!

-Echa un poco de amoniaco sin detergente sobre la superficie de mármol y pasa un trapo húmedo por encima.

-Para limpiar el suelo de mármol, usa esponja con agua templada y una solución de jabón, apta para mármol.

-Si la encimera de mármol tiene una mancha de grasa elimínala con un trozo de papel de cocina impregnado en acetona y puedes cubrirlo con un plástico durante 1 hora.

También puedes apostar por una encimera de acero inoxidable, ya que es que es higiénica y vanguardista.

Los profesionales de DANVIMET, expertos en fabricación de muebles de acero inoxidable a medida, explican que es un material no poroso, por lo que no absorbe sustancias que puedan dejar manchas permanentes.

Escoge un diseño con un efecto cepillado, porque las manchas y los arañazos se notan menos.

La revista Sobremesa explica que «el acero inoxidable, esa aleación metálica y brillante que aparece en los grandes fogones del mundo gastronómico, es la mejor opción para equipar una cocina no solo profesional, también particular, y empezar a sacarle partido. Instalar encimeras, lavabos o mesas auxiliares fabricadas con acero inoxidable no solo tiene una ventaja económica, que también, si se recurre a proveedores con amplia experiencia, las ventajas son también relativas a la higiene, la salud y la sostenibilidad».

Te aconsejamos una encimera de acero inoxidable con un calibre de entre 16 y 18, porque cuanto menor es el calibre más resistente es el acero.

Apuesta por un borde cuadrado porque es más contemporáneo. Aunque si quieres suavizar la apariencia de la encimera, opta por un borde ligeramente redondeado.

El acero inoxidable es fácil de limpiar y no requiere ningún tratamiento especial. Para que recupere su brillo aplica un poco de aceite de oliva y frota con un paño limpio y seco. Espera unos 15-30 minutos hasta que el aceite hidrate bien el metal y retíralo con un paño húmedo.

Elimina manchas en el acero con el bicarbonato, extiéndelo con una bayeta y aclara después. Para limpiar este material evita la lejía y los limpiadores con cloro o que contienen cloruro. ¡Tampoco puedes utilizar estropajos porque pueden rayar el acero!

Es aconsejable usar un paño ligeramente mojado, porque la humedad provoca que el proceso de corrosión del acero inoxidable se acelere.

Categorias

Proin faucibus ex nec mauris sodales, sed elementum mi tincidunt. Sed viverra egestas nisi consequat. Fusce sodales ultrices augue a accumsan.

Mas leidos

Scroll al inicio