Cuando hablamos de logística, normalmente pensamos en la distribución de paquetes, mercancías y productos cotidianos. Sin embargo, detrás de este mundo del transporte hay una realidad que muchos desconocen: el traslado de productos peligrosos.
¿Qué entendemos por productos peligrosos? Desde sustancias químicas hasta materiales inflamables, existen un sinfín de mercancías que requieren un manejo especializado para garantizar la seguridad de quienes los transportan y de todos los que puedan verse afectados en el proceso. Este tipo de transporte exige una planificación meticulosa, el uso de tecnología avanzada y el cumplimiento de regulaciones estrictas para evitar accidentes.
Por ello, conocer los riesgos asociados y las medidas necesarias para su manipulación es fundamental, para así poder comprender la importancia de la logística en este ámbito.
¿Qué se considera un producto peligroso en logística?
Un producto peligroso es cualquier sustancia que, debido a sus propiedades físicas o químicas, puede representar un riesgo para la salud humana, el medio ambiente o la infraestructura en caso de fuga, derrame o mala manipulación. Para facilitar su control, estos productos se clasifican según normativas internacionales como las establecidas por la ONU y la Organización Marítima Internacional (IMO). Estas normativas se encargan de categorizar las mercancías, pero su trabajo no acaba ahí: también establecen pautas de embalaje, señalización y procedimientos de emergencia en caso de accidentes.
Las principales categorías de mercancías peligrosas incluyen:
- Explosivos: materiales que pueden detonar por impacto o temperatura. Su manejo requiere almacenamiento seguro, en lugares controlados y con medidas de seguridad específicas para evitar igniciones accidentales.
- Gases: comprimidos, licuados o disueltos, pueden ser inflamables o tóxicos. Se utilizan en una amplia variedad de industrias, desde la producción de alimentos hasta la medicina.
- Líquidos inflamables: como gasolina o alcohol industrial. Son especialmente peligrosos debido a su alta volatilidad, lo que facilita la propagación de incendios.
- Sólidos inflamables: sustancias que arden con facilidad o generan calor al contacto con el aire. Su almacenamiento debe realizarse en condiciones controladas para evitar reacciones no deseadas.
- Sustancias tóxicas e infecciosas: productos que pueden afectar la salud de personas y animales. Muchas de estas sustancias requieren un manejo especializado y protocolos estrictos para minimizar los riesgos de exposición.
- Material radiactivo: utilizado en medicina o industria. Su transporte implica el uso de barreras de contención avanzadas y monitoreo continuo de los niveles de radiación.
- Sustancias corrosivas: capaces de dañar tejidos humanos o estructuras. Su manipulación exige el uso de equipos de protección adecuados y condiciones de almacenamiento seguras.
¿Cuáles son los más peligrosos y más comunes en la logística?
Dentro de esta clasificación general, algunos productos específicos son transportados con regularidad y merecen especial atención debido a los riesgos que implican. Cada tipo de mercancía requiere protocolos de seguridad específicos y regulaciones que garanticen su manejo adecuado.
Entre ellos, encontramos:
- Combustibles y derivados del petróleo.
La gasolina, el diésel y el queroseno son líquidos altamente inflamables que requieren estrictas medidas de seguridad. Se transportan en camiones cisterna especializados con materiales resistentes a la corrosión y válvulas de seguridad para evitar fugas. Además, la manipulación de estos productos debe ser realizada únicamente por personal capacitado, siguiendo protocolos específicos para minimizar riesgos de explosiones o incendios. La infraestructura para el transporte de combustibles también incluye sistemas avanzados de monitoreo, como sensores de presión y temperatura, que permiten detectar anomalías en tiempo real.
- Gases comprimidos.
El oxígeno, el butano y el propano se utilizan en múltiples industrias, pero también pueden explotar si no se almacenan correctamente. Se transportan en cilindros de alta presión que deben estar bien sellados y etiquetados. Cada tipo de gas tiene sus propias propiedades y peligros asociados, lo que hace que el embalaje y el etiquetado sean fundamentales para garantizar un manejo seguro. Además, el transporte de gases comprimidos suele requerir rutas específicas y autorizaciones especiales para evitar riesgos en zonas urbanas densamente pobladas.
- Sustancias químicas industriales.
Ácidos, solventes y productos de limpieza altamente concentrados entran en esta categoría. Su transporte exige contenedores herméticos y señalización clara para evitar riesgos de inhalación o contacto. En caso de derrame, pueden causar graves daños ambientales, por lo que las empresas deben contar con protocolos de respuesta inmediata para contener y neutralizar posibles fugas. Además, algunas de estas sustancias pueden reaccionar violentamente con otros productos, lo que obliga a transportarlas en compartimentos separados y bajo estrictas normas de compatibilidad.
- Materiales radiactivos.
Aunque parezca raro, estos productos son más comunes de lo que se piensa, especialmente en la industria médica. Se transportan en envases de plomo y con controles rigurosos. Además, su traslado requiere permisos especiales y un control continuo por parte de organismos reguladores. En algunos casos, incluso se utilizan escoltas especializadas para garantizar la seguridad del transporte y evitar incidentes que puedan comprometer la salud pública. Las normativas también establecen límites en la cantidad de material radiactivo que puede ser transportado en un solo envío para minimizar riesgos.
- Explosivos y pirotecnia.
Desde la pólvora hasta los fuegos artificiales, estos materiales requieren medidas extremas de seguridad y en muchos casos, escolta especial. El almacenamiento y transporte de explosivos está regulado por estrictas leyes, que incluyen la obligación de llevar registros detallados de cada envío y el monitoreo constante de las condiciones de almacenamiento. Además, la manipulación de estos productos solo puede ser realizada por personal certificado y con experiencia en la industria.
- Baterías de litio.
Presentes en móviles, ordenadores y vehículos eléctricos, pueden incendiarse espontáneamente si sufren daños. Se transportan con restricciones y en compartimentos seguros. Las regulaciones establecen requisitos específicos sobre el nivel de carga permitido durante el transporte y la obligatoriedad de utilizar empaques resistentes al calor y a los golpes. Asimismo, el reciclaje y eliminación de baterías de litio deben realizarse de manera controlada para evitar la contaminación ambiental.
- Productos biológicos e infecciosos.
Muestras médicas, vacunas o residuos hospitalarios requieren sistemas de refrigeración y embalaje especial para evitar la propagación de enfermedades. El transporte de estos productos debe realizarse bajo estrictas normas sanitarias y con rutas optimizadas para minimizar tiempos de entrega. Por otra parte, los vehículos utilizados para su traslado deben contar con sistemas de bioseguridad y estar sometidos a procesos regulares de desinfección.
¿Cómo se transportan estos productos?
El transporte de mercancías peligrosas está regulado por normas internacionales y nacionales, que establecen requisitos para su embalaje, etiquetado y documentación. Dependiendo del tipo de mercancía, se pueden utilizar distintos medios de transporte, cada uno con sus propias normas y requerimientos específicos para garantizar la seguridad de las personas y el medio ambiente.
El transporte de este tipo de mercancías implica la preparación de los envíos con embalajes adecuados y la capacitación del personal en la manipulación de materiales peligrosos, para poder minimizar cualquier riesgo en la cadena logística. Por esta misma razón, desde Logistica Art destacan lo importante que es para una empresa de logística contar con una flota especializada para este tipo de trabajos.
¿Ha habido accidentes graves por no cumplir con la normativa?
Por desgracia ha habido varios accidentes graves en la historia debido al incumplimiento de las normativas en el transporte de productos peligrosos. Cuando no se siguen las regulaciones de seguridad, los riesgos de explosiones, incendios, derrames tóxicos o contaminación ambiental aumentan bastante.
De hecho, algunos de los casos más impactantes han sido:
- Explosión de Tianjin (China, 2015): uno de los desastres industriales más graves de la historia reciente. En un almacén que contenía productos químicos peligrosos, incluyendo nitrato de amonio y cianuro de sodio, se produjo una serie de explosiones devastadoras debido a un almacenamiento inadecuado. El accidente dejó más de 170 muertos y cientos de heridos, además de causar daños masivos en la ciudad.
- Accidente de Los Alfaques (España, 1978): un camión cisterna que transportaba propileno licuado explotó en una carretera cerca de un camping lleno de turistas. La causa fue el sobrellenado del tanque y el incumplimiento de las regulaciones de transporte. Murieron más de 200 personas y hubo cientos de heridos.
- Explosión en Beirut (Líbano, 2020): aunque no fue un accidente logístico en sí mismo, cabe destacar que la enorme detonación ocurrió debido al almacenamiento inadecuado de nitrato de amonio en el puerto. Este compuesto, utilizado como fertilizante y en explosivos, estaba almacenado sin las medidas de seguridad adecuadas, lo que resultó en una explosión que devastó gran parte de la ciudad.
Estos incidentes demuestran la importancia de cumplir estrictamente con las normativas de transporte de productos peligrosos. La falta de control puede derivar en catástrofes humanas, económicas y ambientales de gran magnitud.
Estar atentos en carretera a la señalización de los camiones de transporte nos ayudará.
Conocer este tipo de información, aun siendo personas que no trabajamos con este tipo de peligros, nos puede venir genial para evitar accidentes indeseados, ya que afortunadamente estos vehículos llevan placas y etiquetas de peligro que indican qué tipo de sustancias están transportando y qué riesgos implican.
Por ejemplo, los camiones que llevan productos inflamables, explosivos o tóxicos están identificados con un panel naranja y un número ONU, que permite saber de qué sustancia se trata. También incluyen pictogramas con símbolos específicos (llamas, calaveras, explosiones, etc.) que alertan a conductores y equipos de emergencia.
Si un coche circula cerca de uno de estos camiones, es recomendable:
- Mantener una distancia segura.
- No adelantar de manera brusca.
- Evitar frenar de golpe delante de ellos.
Recuerda: la señalización no está ahí solo para los transportistas, sino también para que los demás conductores sepan que están compartiendo carretera con mercancías peligrosas.