La cocina es uno de los espacios de la casa en la que más hay que tener en cuenta los acabados y materiales con los que se fabrica el mobiliario. Dado que se trata de un campo de batalla en el que se trabaja activamente en la elaboración de comida y el preparado de alimentos, no está de más que los muebles cumplan una serie de requisitos. La resistencia y la fácil limpieza, son algunos de esos aspectos de gran importancia que deben cumplir. Si a esto, añades confort y diseño, la cocina se convierte en un espacio al que todo el mundo le gusta disfrutar.
No es lo mismo cocinar en una cocina con muebles que se rompen, astillan o desgastan con facilidad que en una resistente, fácil de limpiar y desinfectar. Esto nos lleva a los materiales con los que se fabrican las cocinas y cuáles son las características y propiedades de cada uno de ellos. Es muy fácil preguntarse, al menos una vez en la vida, cuáles son esos materiales que proporcionan mejor calidad al mobiliario de cocina. Como cabe esperar, la respuesta no es sencilla, puesto que depende de varios factores como el presupuesto las preferencias, gustos o uso que se le vaya a dar a la cocina. En muchos casos, se trata de un espacio muy elaborado pero con poco uso real.
Puesto que nosotros si nos hemos planteado en numerosas ocasiones esta cuestión relativa a los materiales y acabados más utilizados y de mayor calidad, nos hemos acercado a los profesionales del sector. Aquellos que saben bien lo que se hacen como es el caso de Modular Cocinas que, saben todo lo que hay que saber, sobre mobiliario de cocina. De tal manera que nos han ayudado a confeccionar una pequeña guía sobre los materiales existentes para fabricar muebles de cocina y su calidad.
Materiales de calidad, cocinas de calidad
Es fácil comprobar la infinidad de materiales diferentes que se pueden encontrar a la hora de construir y fabricar una cocina. Basta con acercarse a una tienda o exposición de mobiliario. Sin embargo, lo más importante, no es la ingente cantidad de opciones, sino la calidad de los mismos. Esto nos lleva a la necesidad de realizar un estudio en detalle de los materiales que mejor se pueden adaptar a cada proyecto.
Los profesionales del sector, comprueban constantemente los materiales con mayor demanda, el comportamiento de cada uno de ellos y la vida útil de cada uno de los proyectos en los que se embarcan. Razón por la que ellos mismos, cuentan con sus propias guías en las que se incluyen los diferentes materiales, los más empleados y los que ofrecen mayor calidad y rendimiento.
El primero de la lista no es otro que el laminado. Este material, proporciona el denominado mobiliario de cocina lacado. Se trata de muebles compuestos por láminas de DM o madera prensada, cubierta por una capa de pintura de resina de poliuretano polivalente. Este tipo de material da como resultado, muebles con una variedad de acabados prácticamente ilimitada. Lo que permite la creación y fabricación de muebles con textura rugosa, satinada, superficies brillantes, suaves y aterciopeladas al tacto, etc. Además se puede añadir el hecho de que se trata con una pintura, cuya gama cromática cuenta con más de mil novecientas variaciones posibles.
Este tipo de mobiliario ofrece múltiples ventajas, empezando por el precio, mucho más accesible que el de otros materiales. Cabe destacar, a su vez que, dentro de los materiales sintéticos, los muebles de cocina lacados son los que presentan una reparación más sencilla en caso de necesidad. En la cara opuesta, debemos señalar que se trata de un material más frágil que se ralla con mayor facilidad. Además, de ser uno de los materiales que más se deterioran si se exponen a la humedad constante.
La madera es sin duda uno de los materiales que deben encontrarse en esta guía. Sinónimo de robustez y durabilidad, este material ofrece tantos acabados como tipos de madera podamos encontrar en el mercado. Siendo las más utilizadas para fabricar muebles de cocina, la de cerezo, roble, pino, fresno, nogal, ébano, caoba o palisandro. Uno de sus mayores atractivos, no es otro que el acabo natural que proporciona. Si bien es cierto que, al contrario que el lacado, no permite jugar con los colores, cuenta con una amplia variedad de tonalidades en función del tipo de madera.
Por otro lado, la madera permite jugar con acabados como mate o brillante, envejecido o de poro abierto. Como desventaja, encontramos un precio elevado que hace que quede relegado a casos de clientes con presupuestos elevados. No obstante, conviene sopesar y valorar la inversión con detenimiento, puesto que su durabilidad y resistencia al paso del tiempo es, indudablemente mayor.
Todos hemos escuchado hablar de los muebles de formica. Este material se obtiene a base de papel kraft prensado y resina fenólica prensados a alta presión. Una vez obtenida la pasta, se le añade un panel decorativo que componer la cara visible. Una de sus particularidades más llamativas, es su durabilidad y resistencia antes impactos y ralladuras. A esto se añade su alta resistencia a las elevadas temperaturas que se producen en las cocinas, así como a la humedad, siendo su flexibilidad y naturaleza maleable, sus mayores atractivos. Puesto que permite crear combinaciones con acabados imperceptibles.
Más allá del armario: herrajes y superficies del mueble
Cuando hablamos de muebles de cocina, no hablamos exclusivamente del armario, sino de la pieza completa. Esto incluye otros elementos como la superficie, los herrajes y soportes necesarios. Como resulta obvio, en este aspecto, es igual de conveniente contar con la mejor calidad posible. De esta manera se prolonga la vida útil de los muebles de cocina, al mismo tiempo que se facilita su uso.
En lo que a superficies respecta, nos referimos a la encimera y partes que cubren los muebles en cuestión o los electrodomésticos. En este caso, los materiales más utilizados son los que pasamos a citar a continuación.
Uno de los reyes de las cocinas, son el mármol y el granito. Estas piedras naturales, cuentan con patrones únicos que ofrecen una gran durabilidad y un aspecto elegante y sofisticado. Es posible que no sea para todos pero nunca pasa de moda. Aunque cuenta con algunos aspectos negativos a tener en cuenta: superficie delicada y fácil de rallar y el coste elevado.
Cada vez es más frecuente encontrarse el acero como material indispensable en los acabados de las cocinas domésticas. No se trata de algo casual, puesto que se trata del material por excelencia en las cocinas profesionales. Prácticamente indestructible, de fácil limpieza y mantenimiento, se trata de una de las opciones más resistentes y caras.
Como solución elegante y eficaz, encontramos el cuarzo compacto. Este material, conocido por sus muchas propiedades, ofrece numerosos acabados y colores, por lo que se trata de uno de los recursos con mayor demanda en la actualidad. Duro, resistente y difícil de rallar, además de impermeable. No soporta bien las altas temperaturas por lo que no conviene utilizarlo en los muebles cercanos al horno u otras fuentes de calor.
En cuanto a materiales sintéticos, el corian es uno de los más novedosos. Se trata de un material compuesto por una mezcla de minerales como el ATH y la bauxita o resina acrílica o PMMA. A pesar de su elevado coste, su resistencia merece un plus añadido al hecho de que permite crear formas y acabados de todo tipo.
Sobre los herrajes, podemos decir que existen incontables materiales con los que se fabrican: desde el latón hasta resinas y otros materiales sintéticos. Sin embargo, en este aspecto, es necesario tener muye en cuenta el tipo de herraje y mecanismo antes de decantarse por el material más adecuado.
Resulta sencillo comprender que la calidad de los materiales con los que se fabriquen los muebles de una cocina, van a determinar en gran medida la durabilidad de la misma. El mantenimiento difiere de unos materiales a otros, algo que también conviene contemplar, a la hora de decantarse por cualquiera de los materiales disponibles.
Podemos citar un material que se ha puesto muy de moda en la confección y el diseño de los muebles de cocina, debido a la resistencia que proporcionan frente al vapor y la humedad. Se trata de tableros hidrófugos que ofrecen uniones herméticas y, por lo tanto, se convierten en más resistentes y duraderos. Tanto los materiales previamente citados como este último, cuentan con una serie de cualidades favorables y otras propiedades menos positivas.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta el presupuesto, el uso, los acabados y las necesidades y gustos de cada uno. Si la cocina no va ser el campo de batalla que se presupone, basta con materiales más sencillos y económicos, de fácil limpieza y mantenimiento. Si por el contrario, nos encontramos con cocineros y cocineras avezadas e inquietas, es mejor optar por materiales de mayor durabilidad y resistencia. Como fuere, ante la duda, lo mejor es ponerse en manos de profesionales que aconsejarán siempre sobre la mejor opción posible en cada caso.